¿Por qué Cruelty-Free?

viernes, 25 de diciembre de 2015

Me gustaría explicarme.
No soy una persona que pueda colaborar con organizaciones, protectoras, etc, ya que no tengo un duro. Tampoco puedo acercarme a colaborar haciendo trabajos como limpiar, pasear perros, por que las protectoras me quedan lejísimos y no tengo coche. Pero yo necesitaba una vía de escape, una pequeña ayuda que realizar al mundo animal, con el que me siento muy afín.

Y todo empezó por que tengo una chinchilla y una coneja, no son las mascotas más cariñosas del mundo pero te quieren a su manera y son seres divertidos e inteligentes. Ahí es cuando empecé a concienciarme de que se podía ayudar de otra forma, y era comprando cosméticos que no realizaran experimentos en animales. Ya que al no apoyar monetariamente a esas marcas no contribuyes al maltrato, mi dinero no se utiliza para maltratar, sino para fomentar el no-maltrato.

Robb, mi chinchilla


No me parece necesario poner fotos de animalitos sufriendo, prefiero que veáis a los míos, sanos y salvos y felices!!

Por otro lado comprar productos cruelty-free plantea unos dilemas morales que a mi aveces me abruman y es que no quieres parar simplemente en la cosmética sino que quiero aplicarlo a todos los ámbitos y eso no siempre se puede por lo que el límite hay que ponerselo uno mismo.


Robb y Carlota.
Con esto quiero explicar un poco por qué mi decisión además de que a veces no puedo comprar todo lo CF que me gustaría y sobre todo, quiero ayudaros a las que estéis intentando dar el paso a que encontréis productos buenos, asequibles y no os deis por vencidas.
Como os contaré en mi próxima entrada, conseguí el clon de un Paint Pot de Mac que llevaba años buscando, y diréis, merece la pena? Pues para mi si y mucho.


Espero no haberos dado mucho la chapa y Feliz Navidad!!
Chao!!



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